Seguro que todos os acordáis de aquellos libros que leíamos cuando éramos pequeños, que eran una serie y tenían títulos como:
Los cinco se escapan, Los cinco en el cerro del contrabandista, Los cinco y el tesoro de la isla...
O, Puck detective, Puck en la nieve, Puck colegiala...
O, Tintín en el Tíbet, Astérix gladiador, Los Hollister contra los ladrones, Los siete secretos se divierten, Los tres investigadores y el misterio del dragón, Teo va en tren...
Eso por citar unos pocos.
Pues de esa misma manera, he decidido presentaros formalmente a Tallulah (quien llegó justo a tiempo para la fiesta del jardín), para que conozcáis su procedencia (de la que ya os di una pista aquí).
Tallulah ha vivido en un circo, desarrollando diferentes cometidos,
todos con un altísimo riesgo: domadora, equilibrista, partenaire del lanzador de cuchillos, mujer bala,
trapecista, tragasables, contorsionista (bueno, vale, contorsionista no)...
En estas imágenes os muestro parte de su número de domadora de elefantes y leones (en las próximas entradas, comprobaréis otros trabajos).
Aquí Dumbito y Simbita, eran aún unos cachorros...
pero aún así eran animales salvajes, muy-muy salvajes.
Tallulah se enfrentaba al peligro siempre con una sonrisa,
y los animales parecían mascotitas dóciles cuando actuaban en la gran carpa.
Alehop! Y un salto mortal con tirabuzón.
Todo eran aplausos y reverencias... pero ella tenía un corazón silvestre.