Ana, la de Tejas Verdes, estuvo pidiendo mangas abullonadas como alma en pena hasta que Matthew se las compró (pese a la oposición de Marilla).
Con cierto romanticismo en su apariencia, los hombros y los brazos se hacen protagonistas gracias a sus características.
Aunque de entrada el concepto de "mangas abullonadas" parezca estar cargado de romanticismo y tenga tintes historicistas (no sé si sabéis que las mangas fueron una de las primeras zonas en las que la variación de los cortes distinguía claramente unos vestidos de otros), este tipo de mangas resulta ser muy moderno, aupado precisamente por "necesidades tecnológicas". Me explico.
Este tipo de mangas son aptas para videollamadas: la digitalización promueve el auge de las prendas "on screen", con una "horizontalización" de las prendas. Las piezas de ropa y joyería parecen diseñadas por y para las pantallas, para crear un foco de atención y fantasía junto al rostro.
La idea de evasión también tiene peso en esta tendencia.
La exuberancia recupera adeptos frente al minimalismo y permite olvidarnos de la realidad y adentrarnos en la belleza pura y dura.
Así que en momentos de incertidumbre general, el volumen exagerado de unas mangas abullonadas, complejas en su esencia misma, nos ayuda a que nuestra imaginación vuele a "cualquier tiempo pasado -en la campiña- fue mejor".
No vamos a negar que es una tendencia difícil y no a todo el mundo sienta bien.
Cruzamos los dedos para que nos deis vuestra aprobación con estos arriesgados patrones.