El fin de semana pasado, Lucy salió a dar un paseo por el puerto pesquero. Como todos en la Biblioteca, Lucy tiene el corazón marinero, así que estrenando vestidito y capota a rayas, anduvo sin rumbo por los muelles.
De detrás de unas cajas de pescado salió una mancha blanca y negra y se puso a seguir a Lucy. Era un cachorrillo de bulldog francés que debió de confundir a Lucy con su amo marinero.
Lucy le hizo unas caricias y jugaron un rato en el malecón. De pronto se oyó una voz que gritó: "Botarate, granuja, dónde estás??"
Del susto que se llevaron ambos, echaron a correr y así hasta llegar a la Biblioteca, donde todo quisqui (menos yo, he de reconocerlo), acogieron alborozados a Botarate.
Así le llamaron entre todos cuando Lucy les contó lo sucedido.
Botarate es bueno, aunque ruidoso. Entre todos se han repartido turnos para darle de comer, sacarlo de paseo, cepillarle y enseñarle trucos. Ya, y quién se ocupa de que aprenda las normas bibliotecarias???
En esas estábamos cuando Botarate aprovechó la entrada de Olivia y Cherry (que habían ido juntas al cine), para salir él por la puerta abierta.
No sólo Lucy se ha quedado triste y cabizbaja, sino que las demás chicas silvestres
andan todo el día por los rompeolas buscando la pequeña mancha blanca y negra.
Lo malo es que me traen un vocabulario de lo más arrabalero!!