Pura geometría

Emma viene del frío nórdico y eso ha condicionado su mente.

Le gusta el orden, la simetría, la simplicidad, la economía de formas...

aunque no se puede resistir a un toque de color en un vestido muy femenino.

Tres estampados: lunares que no son del todo lunares, flores que no son del todo flores y rayas que sí son rayas.

Un delantero cruzado de telas distintas, unidos por un lazo a otra tela que combina en color con ambas. Teniendo estos tres tejidos tan combinables entre sí, tenía que unirlos todos en un mismo vestido.

Me ha quedado de lo más geométrico, no sólo por el estampado sino por el patrón en sí.

Le va perfectamente a la personalidad de esta danesa tan metódica...

y a la vez, tan dulce.

La historia se repite

Lo prometido es deuda y aquí tenemos a nuestras mejores amigas, reuniéndose e inmortalizando el momento, diez años después. Todas con su pequeña prole!!!

Vamos por partes, porque son tantas que casi no caben en la foto.

Paula tuvo gemelas, casi idénticas a ella cuando era de su edad.

Claudia se casó con su novio de toda la vida, y ya ha tenido tres pequeñas rubias como ella.

La más pequeña, concretamente, es exacta a ella cuando era peque, verdad??? Comparaciones: aquí.

Lidia y Belén nos enseñan a sus niños. 

Lidia ha tenido hace un año a una pelirroja tan parecida a ella que no pueden negar que son madre e hija.

Belén es la única de todas las amigas que ha tenido un niño!! Siempre fue la más diferente de todas...

De momento hasta aquí llega nuestro reportaje sobre esta amistad. Quien sabe si en otros diez años, los pequeños Barriguitas se conviertan en estupendas Leslys y se reúnan para contárnoslo!!

PD: Esta entrada se la dedico a mi amiga Elena. Nos hicimos amigas a los 11 años y ahora nuestros hijos también son amigos. Hoy mismo hemos quedado todos!!
PD2: Gracias a mis amigas Maramini (por el vestido blanco) y a Imanara (por el conjunto de mono con falda verde).

Y diez años más tarde

Pues aquí están las cuatro amigas de nuevo, ya convertidas en muñecas maduras y maravillosas Nancys.

Durante estos diez años pasados, se han visto más (porque algunas han estudiado en el mismo campus),

pero no se habían vuelto a reunir las cuatro juntas.

Paula y Claudia están bellísimas y su conexión de siempre ha hecho que decidan ambas venir con una boina al evento, y el mismo tipo de botas!!

Lidia y Belén, ahora que se han juntado, vuelven a pensar en la próxima broma que les pueden hacer a las otras dos, porque su temperamento no ha cambiado y han dejado atrás la vergüenza de la adolescencia!

Esta vez se reunieron en enero, durante las vacaciones del último año de universidad de algunas y de las prácticas remuneradas (escasamente) de otras.

Paula está haciendo el doctorado en Bibliografía Ancestral, por la rama Silvestre. Está casi segura de sacarlo cum laude!

Desde luego, está guapísima de rosa y amarillo, pero quizá el vestido es un poco corto para estas temperaturas invernales??

Claudia ha recibido una petición de su decana para quedarse en la facultad de Silvestrología Aplicada el próximo año. Ya decía yo que apuntaba maneras de líder esta nancy...

Como veis, vistió de rojo intenso, color que denota la fuerza interior que tiene y transmite.

Lidia acabó Asilvestramiento Ideológico Superior el año pasado y trabaja para una empresa de gran prestigio en el sector.

Acababa de venir de unas vacaciones en Martinica y tenía más frío que las demás, por el cambio de temperaturas...

Belén está también con el post grado de Bibliotecología Infundada, y quizá se marche unos años al extranjero para practicar más el Español Silvestre que ha estudiado en sus ratos libres.

Hace tiempo que dejó las lentillas marrones y vuelve a lucir sus intensos ojos turquesas, que todas creemos que le sientan de miedo a su piel de chocolate. Bien que lo sabe ella poniéndose ese gorro y chaqueta de color blanco crema a juego de la falda a rayas violeta.

Esta vez las chicas no estuvieron demasiado tiempo juntas porque todas tenían otros compromisos en su agenda... Ya empiezan con el estrés.
Claudia nos contó que tiene novio desde hace unos meses y que es un chico tan silvestre como ella.

Las chicas han prometido verse antes, pero en diez años, tienen pensado hacerse una foto de nuevo todas juntas.

PD: gracias a mis amigas Pepi (por las boinas y por Paula) e Ilona (por la chaqueta larga azul marino).

Diez años después

Aquí tenemos a Paula, Claudia, Lidia y Belén a los 14 años, hechas unas señoritas.

Conservaban la esencia, pero ¡claro que habían cambiado!

Paula y Claudia se dieron un gran abrazo. Hacía mucho que no se veían porque iban a colegios diferentes.

Lidia casi no reconoció a Belén porque estaba realmente cambiada.

Paula seguía siendo una chica optimista pero estaba madurando mucho y se la veía más tranquila.

Claudia era una niña con gran personalidad, pero muy dulce y tranquila. Era la delegada de clase, como ya se imaginaban todas sus amigas. Ya apuntaba maneras en el parvulario!

Lidia habló por los codos pero todo fueron buenas palabras para sus amigas.

Belén estaba más desarrollada que sus compañeras. Era más alta, con los brazos más largos, los ojos y la boca más grandes. Vestía menos infantil, más trendy. E incluso se había puesto unas lentillas de color marrón porque decía que le iban mejor a su tono de piel...

Aunque al principio les costó un poco hablar con naturalidad, al final de la velada todas estaban contentísimas de haberse visto y prometieron volverse a ver y hacerse una foto al cabo de diez años.

Cuatro amigas y sus vidas paralelas

Estas cuatro barriguitas se hicieron amigas en el parvulario, se fueron haciendo mayores y se convirtieron en preciosas leslys, y años más tarde llegaron a ser nancys... Pero antes de pasar a eso, recordemos el pasado.

Paula, Claudia, Lidia y Belén.

Paula y Claudia eran inseparables, aunque no podían ser más diferentes.

Lidia y Belén eran un par de pillastres por separado, imagináos cuando se juntaban!!

Paula era alegre y pizpireta, el alma de la fiesta.

Claudia era tímida pero segura de sí misma, muy madura para su edad.

Lidia era ruidosa y parlanchina, un terremoto con un corazón enorme.

Belén era la más bromista de todas, con una imaginación desbordante.

Ya sabían a los cuatro años que las iban a separar, aunque curiosamente, todas iban a ir a colegios con nombres similares: "Sagrado Corazón Silvestre",  "El barco silvestre",  "San Silvestre" y  "Silvestre del bosque".
El último día de la guardería hicieron un pacto: volverían a hacerse una foto todas juntas diez años después.