Lo segundo que hice en la Biblioteca cuando llegaron las trillizas (tras el consabido baño y descanso)
fue hacerles unos "uniformes" de ayudantes bibliotecarias.
Ya está bien de que lleguen las niñas y no colaboren. Lo tenía claro desde el primer momento: habían venido como ayudantes, no?? Pues que ayudaran!
Se me ocurrió que debía hacerles unos delantales sobre los vestidos, para que no se ensuciaran demasiado con los libros polvorientos.
Y les puse a ordenar la "Z".
Todas las niñas odian ordenar la sección de la "Z", no sé por qué, pero no les gusta Zaratrusta ni zahorí, ni zapatilla ni zozobra, ni zombis, zarigüeya, zafarrancho, zambomba ni zancadas. Raro, no?
Es verdad que hay muchos insultos que empiezan por "Z": zarrapastroso, zángano, zaíno, zancajoso, zascandil, zambo, zaborro, zafio, zoquete, zampabollos, zopenco, zaragate...
No sé, yo creo que también hay palabras bonitas con la "Z" como zambullida, zarapito, zarina, zarzaparrilla, zambra, zarandalí, zarandajas, zarpar o zaguán.
(Espero que en la Biblioteca se use alguna de éstas pero ninguna de aquéllas).
En fin, el caso es que estas zalameras estuvieron jugando (más que otra cosa) entre los libros,
con la lamparita del erizo leyendo bajo una seta de la Biblioteca.
A punto estuvieron de armar un
zipizape colosal,
pero en cuanto aparecí para llamarles la atención,
se pusieron manos a la obra y en un santiamén dejaron la estantería como los chorros del oro,
colocados todos los libros por colores.
Monísima, eso sí, pero ¿habéis visto en alguna biblioteca que no se coloquen los libros por orden alfabético?? La culpa fue mía, que no se lo expliqué clarito.
Ainss...