Y tan dulce...

Adoro a Marina porque es una chica muy sensata.

Está atenta a los detalles y a las necesidades de las demás.

Siempre se queda a acostar a los pequeños y les lee todos los cuentos que le piden, aunque como consecuencia suele llegar tarde al desayuno (se le pegan las sábanas!).

Les da muy buenos consejos a las leslys e incluso media en las discusiones entre las del Club de las Zanahorias.

Lleva bastante bien sus estudios de Ingeniería Potásica Clásica Básica Etérea, aunque se le atraviesa la asignatura de Semillas Introspectivas. 

Estoy segura de que esto va a cambiar en cuanto dé clases con Jack, (el de las Habichuelas Mágicas, ya sabéis) el trimestre próximo.

A todos nuestros vecinos les encanta cruzarse con ella, porque saluda muy educadamente, mostrando así la clase de educación que se recibe en nuestra Biblioteca.

La verdad que no podría estar más contenta con ella.

Simpática, educada, servicial, buena compañera y buena alumna.

Guapa a rabiar

y tan dulce...