Estas dos pequeñuelas llevan meses esperando a salir en el blog.
Como veis, van vestidas de otoño, pero pueden vestir así en días menos fríos, no?
Gracias a la insistencia de Pepi, y al regalo de Nuria, empezó mi leslyfilia (su primera vez en el blog, aquí).
Le dediqué más tiempo a su color de cara y quedó en un rosado estupendo. Tiene un ojito un poco metido, pero que levante la mano el que se sepa perfecto.
Es la única de mis leslys que tiene apellido y es que su nombre se debe a la preciosa pelirroja protagonista de Una habitación con vistas.
No sé si alguno de los que hoy me visitan recordará una muñeca que estuvo en nuestra Biblioteca hace unos años, préstamo de mi amiga Sandra. Se llamaba Paula y tenía el mismo pelo pelirrojo y largo y los mismos ojos marrón oscuro. Me dio tanta pena cuando se fue (aquí tenéis su fiesta de despedida) que busqué otra lesly así.
Y llegó Lucy Honeychurch, con un ojito que no se abría del todo (creemos que era oculoxiditis aguda) y que estuvo unas semanas adaptándose a la vida bibliotecaria hasta que las doctoras licenciadas la pudieron operar. Podéis ver los días posteriores aquí.
El resto de compañeras leslys se portaron de maravilla con ella y ahora ve perfectamente con ambos ojos y tiene una mirada limpia y preciosa.
-Jolín, Rosana, no sé por qué tienes que andar contando tantas intimidades que a nadie le interesan...
-Opino lo mismo. No era necesario.
-Ya chicas, lo que vosotras no sabéis es que se me están acabando las ideas para los nuevos posts!!!
Así que era esto o nada.
-Jolín, Rosana, no sé por qué tienes que andar contando tantas intimidades que a nadie le interesan...
Así que era esto o nada.