Los días se acortan, las mañanas empiezan a ser más frescas, aunque luego, a mediodía, el sol puede apretar y podemos sentir calor de nuevo. Es el momento de vestirse "a capas". Nuestro famoso "entretiempo", ese que en el norte dura un mes aproximadamente, y nos atormenta, porque un día hace para ir en sandalias y al siguiente te tienes que poner botas.
En esa clase de clima he pensado para hacer este look tan ecléctico: Sarah lleva vestido en A sin mangas, adornado con un lacito de vichy en el canesú,
gorrito de lana rematado en un rabito (a modo de boina),
y botas impermeables con lunares y florecitas.
Que tienes calor: te quitas el poncho.
Que tienes frío: te abrigas un poco.
Siempre procuro ensayar distintos tipos de puntos cuando hago mis ponchos, porque como son trozos rectangulares sin aumentos ni disminuciones, es mucho más fácil seguir las instrucciones para los diseños.
Este diseño se llamaba "campanitas".
Esta vez, he doblado las rayas: la tela que tengo es larga y estrecha, y sólo tiene dos rayas rojas (podéis ver la tela original
aquí). He unido la tela entre lo blanco y lo gris (no se nota, no??) y ahora tiene cuatro rayas rojas.
No será el único poncho de la temporada, es una prenda muy cómoda para esta época de entretiempo.