Amarillo pastel

No es el amarillo uno de mis colores favoritos, a no ser de que esté mezclado con rosa, cuya combinación me encanta.

Sin embargo, no podía dejar que esta preciosa chaqueta con capucha que me regaló Ilona permaneciese en el armario sin exhibirla en una combinación nueva.

Así que he hecho a Madeline este beanie amarillo y lo he conjuntado como más me gustaba con lo que ya tenía:

Un pantalón tostado, una blusita de flores, un cinturón de cuero, 

un bolso bandolera, 

unos mocasines marrones

una trenza lateral,

y la melena pelirroja de Madeline.

 Y ya podemos esperar tranquilamente a la primavera.

Crudo invierno

Como llevo un par de entradas contando cosas que han pasado en mi vida real y no en la de bibliotecaria de un "correccional" (puff, estoy a punto de darme por vencida) de menores, os diré cómo se me ocurrió esta entrada:

Viendo anuncios.

Era en concreto el anuncio de una óptica. Salían varias chicas con el perfil superpuesto como en la foto de arriba.

Tenía que probar el encuadre con mis chicas.

Para ello, les elegí tonos crudos y tostados entre las prendas del vestidor común.

Anda que no tienen prendas de ese color!!

Ellas, como podéis suponer, me pidieron estrenar algo...

¿Por qué será que todas las mujeres del mundo de entre 6 y 86 años, sean vinílicas o no, adoran estrenar una prenda más???

Lo siento chicas, esta vez os quedaréis con las ganas.

Eso sí, les dejé a ellas elegir el conjunto que preferían.

Así que Alicia se puso un beanie con una chapita y un jersey con bordados de flores en el canesú, una bandolera de rayas y una falda de micropana midi. 

Dorita llevaba una chaqueta de Ilona Atelier con capucha, una blusa de bambula con flores y lazo al cuello, y una falda en crudo con un hilo trenzado.

Heather llevaba un conjunto de gorro y poncho con pompón y el mismo punto de bodoques. Una romántica blusa de encaje y flores -que yo creo que ya se han puesto todas mis nancys- y unos pantalones tostados.

Marisa optó por un twin set de jersey de chaqueta en crudo, con un adorno de manzanita. Un beanie tostado y una falda tableada y medias bajo las botas de agua.

Lo adornó todo con un bolsito bandolera donde se lee "wild", que es mucho más corto que silvestre pero que significa lo mismo.

Como estaban tan monas, les pedí que posaran en distintas combinaciones: las cuatro, de dos en dos, las dos que llevaban beanie,

las dos que llevaban bandolera, 

las dos morenas, las dos que llevaban falda corta...

las dos caucásicas o las dos negras...

todas las combinaciones posibles que se me ocurrieron.

Para más combinaciones, por favor, visitad el blog de mi amigo Chema que es el único que entiende de matemáticas, matrices, ecuaciones y elipses, y no me preguntéis a mí.

Yo solo quería que salieran guapas en las fotos.

Luego tocó el turno de fotos en solitario para poder apreciar bien toda su vestimenta.

Y hete aquí la sesión de fotos.

Espero que no se os haga muy larga.

Aquí se acaba por hoy. Aún queda crudo invierno, pero ya se oyen los pajaritos en el jardín y el olor de los jacintos que empiezan a dar flor, inunda la clase de Botánica.

Waxed amaryllis

Estas navidades, mi sobrina me regaló esta delicada (aunque resistente) flor.

Se llama Waxed Amaryllis y es espectacular. Viene en un bulbo cerrado, protegido por esa fina película que en mi caso es como de terciopelo, pero he visto que hay otras formas de conservarlo.

El bulbo llegó cerrado, solo asomaba un pequeño brote. No hay que regarlo ni nada. Solo ponerlo cerca de la luz pero que no le dé el sol directo.

Encargamos la tarea de cuidarlo a Brandy. Ella tenía que vigilar que creciera correctamente y girarlo cuando los tallos se fueran torciendo hacia la luz.

Brandy lo ha hecho estupendamente!!

Y unos 40 días más tarde, el resultado es éste.

Tres tallos preciosos con tres flores acampanadas cada uno.

-Tarea terminada Brandy! Puedes salir un rato antes de merendar. Te has puesto muy guapa con la chaqueta nueva. Dónde vas??

 -A comprar más lana para que nos hagas más chaquetas...

La estafa

Lo reconozco públicamente: he engañado a mi marido.

Si habéis leído la primera frase, tenéis que seguir leyendo para saber toda la verdad.

Fue por Navidad. Le compré una colonia que traía este precioso chaleco plumífero cubriéndola.

Le dije que se la había comprado para él pero no era cierto. Bueno, a medias. Porque la colonia era para él, pero el chaleco era justo del tamaño de mis Leslys. 

Y ellas no tenían nada así en su armario.

Y tenía letras doradas con la marca del perfume (pero eso nadie lo sabe en Silvestrilandia y aquí se piensan que es un chaleco de marca).

Y tenía automáticos dorados que cierran y todo!!

Y el rojo es mi color favorito desde siempre.

Y mi marido ya usaba esa colonia anteriormente. Sólo que aún le quedaba, pero bueno, así tiene más para cuando se le acabe, no?

Y no me pude resistir.

Se le podría llamar engaño o regalo interesado o estafa pero... acaso el fin no justifica los medios??

Vale, ha sido una estafa, pero muy pequeñita, no creéis??