La ciudad nos espera

Estas cosas en la campiña silvestre no pasan.

Cuando llueve, la tierra de los bosques y los prados, absorbe la lluvia como ídem de mayo y no se forman charcos, lo cual sería como de mala educación.

Los charcos, esos pocitos tontos, solo sirven para estorbar.

-Hacedme caso, chicas, no os hace falta acercaros a la ciudad ahora que está mojada y llena de charcos.

Quedaos alrededor de la Biblioteca y veréis qué bien lo pasáis...

Me han dicho que quieren ir de tiendas y que alrededor de la Biblioteca no hay ninguna tienda de maquillaje aceptable.

-Pero si no os hace falta maquillaje a vosotras!!! Si ya sois monísimas así!

Empeñadas en ir a ver las nuevas tendencias y con la paga en el bolso, se han puesto las katiuskas y sus gabardinas silvestres nuevas, se han abrigado con sendos gorros (menos mal) y a la ciudad se han ido.

Marina (la de ojos mar) y Melina (la de ojos miel)

se han encontrado en la puerta a Amber (la de ojos ámbar) y le han dicho dónde pensaban ir.

-Te vienes Amber? Qué tal andas de corrector de ojeras?

Aún te queda colorete? Y el rímmel que compartimos?

Te vienes a probar nuevas sombras de ojos??

Pues menuda es Amber, 

la más coqueta de todas nuestras nancys,

y seguramente la que más a la moda esté, con ese jersey de mangas abullonadas que deja al aire el ombligo.

Esos pendientes de aro de oro,

y ese bolsito de marca (Famosa).

-No te preocupes, Jefa Bib, vamos equipadas perfectamente para la lluvia y para los charcos.

No será para tanto!

Quieres que te traigamos algún blush? Un eyeliner? Un lipgloss? Una beauty blender?

Highlighter?

Concealer?

Bronzer?

Fixer?

Foundation?

Face primer?

Bueno Jefa Bib, no nos entretengas, la ciudad nos espera.

 Boquiabierta me he quedado. Cómo os habéis quedado vosotros?

Martes de sol

El invierno se asocia con colores oscuros y tonos apagados, y sin embargo el blanco es el color del verano, cuando a todas nos gusta llevarlo para destacar el bronceado de nuestra piel.

Más allá de los tópicos, sabemos que en moda vale casi todo. Es más, cuanto más "prohibido" está, más tentador resulta.

Quizá por eso, Elena se ha puesto este abrigo blanco acolchado, que abriga a pesar de su color.

De corte recto y sencillo, lo ha acompañado por un top de cuello alto, unos pantalones de vichy (otro clásico del verano) de tela más gruesa, un beanie color burdeos que le alegra la mirada,

y un bolsito de cadena en tweed blanco roto con el cierre en plata (más o menos).

Y ya está, dispuesta a disfrutar de un martes de sol.

Los detalles

Este conjunto empezó por la chaqueta. En una lanita fina de bebé en un azul verdoso o un verde azulado. Yo diría "aguamarina".

Después fui añadiendo los detalles. Hice un beanie clásico pero lo bordé con flores 

y le añadí un montón de abalorios -que parecen perlitas- para que le dieran luz y brilli-brilli.

Quería hacerle un bolsito a juego y utilicé un antiguo tapapuntos muy lindo con casitas, ovejas y árboles en esos colores. 

La base del bolso es de vichy azul.

Para la "correa" del bolso utilicé unos cuarenta y cuatro abalorios de colorines y distintas formas: bolitas, flores, ruedas, estrellas y corazones.

He hecho unos cuantos bolsos similares todos seguidos. Es súper relajante elegir abalorios e insertarlos haciendo competencia a Pantone.

No hace mucha falta decidir qué abalorio sigue a cuál.

Ahora corazón fucsia, ahora bolita azul, ahora rueda verde semitransparente...

Por último, hice una falda con una tela del mismo color pero un tono más intenso, y le puse dos botoncitos cuadrados que me parecen muy graciosos.

Y como empieza a refrescar, le puse unas medias de encaje requetefinas que llevaría cualquier amante de los abalorios de perlitas.

La encargada de lucirlo es Sammy, que para eso tiene los ojos del mismo color que el conjunto: aguamarina.

Gabardinas contra el mal humor

Este año, incluso los del norte silvestre, a los que nos gusta que no llueva en verano, estábamos deseando de que llegasen las lluvias otoñales. El bosque lo necesita!!

Así que en cuanto han caído las primeras gotas, hemos ido al vestidor común y nos hemos vestido para dar la bienvenida al agua indispensable.

Los días de lluvia suelen ser días grises, con prisas para no mojarnos, con tráfico más denso y ruidoso, así que por si acaso,

nos ponemos nuestras gabardinas contra el mal humor:

Gabardinas de colores alegres,

o acompañadas de colores alegres, que nos levanten el ánimo y nos permitan disfrutar de un día de lluvia.

Lili lleva una gabardina en tonos neutros, PERO, un vestido de los colores del sol, con un lacito en el pelo para adornar sus preciosos rizos

y un bolso de rayas del mismo color que sus botas.

Montse lleva una gabardina con flores y calabazas en naranja, con el forro a juego de su blusa de jaretas,

una falda de la misma tela que la gabardina de Lili (nos dejaron la tela a buen precio... ;P), y un bolso en rayas soleadas con un gran cierre brillante de oro chapado en latón.

Rosa mezcla el amarillo de su vestido, sus horquillas y su bolso,

con una gabardina preciosa hecha por Chus y regalada a mis nancys por mi amiguita Pilar.

-Pero cuánto tarda Lili?? Mira que es pesada!!

Ah, por fin! Venga, vámonos ya, que llegamos tarde al cine.

PD: tenía este post preparado desde primavera, cuando aún no sabía que íbamos a tener un verano taaaaaaan seco y que TODOS nos íbamos a alegrar por las lluvias que regaran los antiguamente verdes prados del norte!