Dios mío, esta Lesly estaba verdaderamente en apuros, detenida en un correccional de menores de Cleveland, cuando la encontré.
Se le notaba una chica con recursos porque en cuanto le dimos el baño y le pusimos los rulos, se escapó al armario de las Nancys. A echar un vistazo, dijo ella...
A ver qué podía aprovechar, pensaron las Nancys.
Al oir el revuelo, las integrantes del Clan de las Pelirrojas (para quien quiera recordar sus aventuras, aquí) se acercaron a ver.
-Eh, tú, mocosa, quién eres y cómo te llamas?? preguntó Carrie, la jefa.
Y sobre todo: qué estás haciendo en nuestro armario????
-Me llamo Olivia y, como mi nombre indica, vengo en son de paz. Vuestro armario me rechifla, es perfecto para una pelirroja y aún no tengo nada que ponerme. Acabo de llegar a la Biblioteca Silvestre y la bibliotecaria está ocupada con yo-qué-sé-otras-cosas.
-Está bien, que seas pelirroja y presumas de ello, ya te da permiso para fisgar en nuestro armario.
-Te presento a Mandy y a Cherry.
-Esta es Rouge y yo soy Carrie.
-Estás en buenas manos, Olivia. Ahora perteneces oficialmente a la banda de las Zanahorias, el clan de las Pelirrojas. Bienvenida!
-Ha sido fácil después de todo. Tanto tiempo pensando que ser pelirroja era un castigo y resulta que al final va a ser un premio!!
-Ya sólo me faltan las pecas...