jueves, 25 de abril de 2024

Bordado suizo

Tenemos que ir pensando en cambiar el armario y ponernos ropa de menos abrigo,

pero no quiero que se me queden entradas invernales en el "tintero" del blog.

Por eso, espero estar a tiempo de publicar

este conjunto que he hecho a mis nancys últimamente con unas telas que me regaló una amiga de Instagram.

He oído por ahí que no está bien combinar flores con cuadros. Cómo??? Pues a mí me encanta!!

La chaqueta es una especie de blazer suelta en un piqué canutillo de algodón.

El beanie es el típico beanie silvestre que ya tenemos en tooooodos los colores y que me encanta hacer.

El pantalón no puede ser más "genuino" pues está hecho con los dobladillos de un pantalón demasiado largo.

La tela es un crepe de punto elástico y le sienta como un guante a Belén.

La blusita sin mangas (con las sisas y el cuello rematados en un bies de la misma tela) es por supuesto de vichy, y gracias a ello le he podido bordar esos dibujitos en el canesú.

Pinterest no hacía más que enviarme mensajes con este tipo de bordados y lo tuve que probar.

He de reconocer que me he confundido y lo he bordado de distinta manera a como me decían en Pinterest, pero bueno, no hay problema porque queda otro dibujillo y ya está.

No lo sabía y por eso lo comparto. Este tipo de bordado sobre vichy se llama bordado suizo. Los cuadritos del vichy ayudan un montón a la hora de marcar las referencias. Normalmente se hace en el color de los cuadros, es decir, aquí yo podía haber elegido el azul o el blanco y habría quedado diferente aspecto. Los expertos hacen unos dibujos preciosos.

Es un look bastante primaveral a pesar del beanie, y además han bajado las temperaturas en el norte silvestre, así que estamos a tiempo de publicar esto, no??

miércoles, 17 de abril de 2024

Revisitando a los clásicos

Todos los lectores sabemos que hay clásicos que uno no debería perderse, aunque nos atraiga más leer a los escritores actuales.


Pero es que hay clásicos que no pasan de moda, o si pasan, nos permiten ver cómo se vivía en otros tiempos: qué era importante, qué era imprescindible, qué era impensable, cómo se trataba el amor o la lealtad o el trabajo.

Yo, que disfruto de varios géneros de lectura pero me encanta un buen thriller, adoro leer historias que han perdurado en el tiempo, en las librerías y en las bibliotecas desde hace décadas, lustros o siglos.

Para mí el mejor ejemplo es Jane Austen. Sus historias (quitando los vestidos de cintura alta de gasa en pleno invierno, los guantes fuera de casa y el no poder dirigirte a alguien que no te habían presentado formalmente) siguen de plena actualidad. He leído varias veces Orgullo y prejuicio (la versión original es mucho mejor que la traducción, pero aún así) y me sigo emocionando cada vez que Darcy y Lizzie hacen las paces.

Por si no veis bien los títulos que ha seleccionado María,

-una belleza de nancy de comunión, con un pelazo increíble, regalo de mi amiga Pepi, 

quien lleva una preciosidad de chaqueta con capucha de Ilona en una maravilla de lana matizada, con unos colores que no pueden ser más bonitos y se merecen un conjunto nuevo a juego pero que no me ha dado tiempo a hacer...-

os los voy a enumerar de izquierda a derecha y de arriba a abajo.

Mujercitas, Orgullo y prejuicio, Agnes Grey, Persuasión (otro de mis favoritísimos), El cuento de la criada (maravilla), La solterona (cortito y precioso),  Cumbres borrascosas, Abril encantado (una monada que te llena el corazón de flores y jardines),

Middlemarch (ay, qué bonito!), Un cadáver en la biblioteca (he elegido éste de Agatha porque hacía referencia a la biblioteca, pero me encanta cualquiera de ella), Cranford (otro de mis predilectos desde que lo leí, su ternura me maravilla y Elizabeth Gaskell es otra de mis clásicas favoritas), 

De Lark Rise a Candleford (la Inglaterra rural me pirra), Emma (divertido, metomentodo, delicioso), Northanger Abbey (el peor para mí de Jane pero es Jane igualmente), Lo que el viento se llevó y Matar a un ruiseñor (precioso, tierno, súper actual).

Ya veis que María ha elegido sólo clásicos escritos por mujeres (los que más nos gustan) y lecturas para adultos, pero por supuesto no son los únicos clásicos que merecen la pena.
Los lectores que os pasáis por nuestra Biblioteca: dad otra oportunidad a los clásicos. Os maravillarán seguro. No en vano han pervivido a través del tiempo!!!
Y de paso, recomendadme alguno que os haya conmovido, o si habéis disfrutado de alguno de éstos que nombro, espero que lo comentéis conmigo. 

jueves, 11 de abril de 2024

Una nueva niña silvestre

Ay, mirad, mirad, ved a nuestra nueva niña silvestre!!!
No es lo más precioso del globo terráqueo???

Pues de nuevo ha llegado gracias a la generosidad increíble de mis dos amiguitas Cristina y Martina, seguidoras a menudo en la sombra, pero me consta que conocen todas nuestras aventuras.

Sinceramente: no sé cómo se les ha ocurrido regalarme a esta preciosidad. Pero es que no es sólo ella!!!
Poco a poco os iré enseñando todo el alijo fantasía pura que recibí. Me va a dar para un montón de entradas que iré fotografiando poco a poco.

Os enseño a (aún no diré su nombre) tal como me llegó. Está preciosa pero me gustaría arreglarle un poco los ojitos, el lazo de la blusa,

algún descosido en el pichi colegial y en los puños

y esa carrera en la media. ;P

Ya volveré a enseñárosla cuando se aclimate a la vida silvestre. No puedo estar más agradecida y más feliz.

 Es divina y además, le encanta leer!!!!

Gracias chicas, os habéis pasado pero aquí se va a quedar!!

miércoles, 3 de abril de 2024

Botánica del Nuevo Mundo

En el mes de junio de 1817 llegó al puerto de Cádiz un curioso cargamento de 104 cajones. Cuando fueron bajados a tierra, un aire de bosque de Indias se extendió por todo el puerto. El botánico gaditano José Celestino Mutis había recopilado durante treinta años un verdadero tesoro científico con semillas, resinas, minerales, maderas y dibujos de plantas en las tierras que entonces pertenecían al virreinato de Nueva Granada, la actual Colombia, y cuya independencia se proclamaría poco después....


Las ilustraciones botánicas eran apreciadas por su capacidad de mostrar la riqueza y diversidad natural, así como por su belleza intrínseca. Es decir, este arte no solo era un instrumento para el desarrollo de la ciencia, sino también un maravilloso método de expresión artística de los nuevos descubrimientos de la Naturaleza.

No es de extrañar por ello, que durante el siglo XIX, la difusión de estas tan bellas como educativas ilustraciones, causara furor entre las clases más acomodadas, y sus salones y bibliotecas se llenaran de este arte botánico.

Además, ya lo dijo Goethe: “No ves una planta del todo hasta que la dibujas”.

En la Biblioteca estamos inmersas un curso más en el estudio de la Naturaleza Silvestre que nos rodea.

Margheritte se examina en unos días de "Botánica arriesgada auto-predecible", nuestra asignatura estrella, lo cual incluye miles de ejemplares y sus nombres en latín.

Menos mal que en la Biblioteca tenemos un montón de libros sobre el tema y Margheritte se los ha estudiado todos con ayuda de compañeras y profesoras.

Incluso otras blogueras amigas se han preocupado por cuestiones estéticas y han hecho expresamente a Margheritte este jersey rosa y este gorrito a juego tan deliciosos. Puede que Margheritte no apruebe el examen pero desde luego causará furor con este atuendo de Ilona. Mirad los detalles de puños y bajo...

En cuanto ha oído "Botánica", Irati ha venido rauda y veloz. Ha traído sus propias setas, porque dice que sin setas, la exposición no es lo mismo.


No en vano Irati es la más silvestre de nuestras alumnas, puesto que vivió en un bosque hasta su llegada a la Biblioteca y se conoce los nombres de todos los árboles de los alrededores.

Incluso se sospecha entre los más pequeños que Irati es un hada del bosque cercano.

No está probado, pero yo también tengo mis dudas a veces.

He notado que canturrea cuando sale al jardín y las flores se abren a su paso.

En su habitación siempre huele a una mezcla de pino y mimosas que no tengo ni idea de dónde viene.

Cuando le pregunto, me guiña un ojo y se aleja con un sutil sonido de campanillas.

Pero bueno, siempre viene bien tener una experta botánica rondando cerca.