Érase una vez una princesa que huía de las garras del brujo de Famosalandia, que había convertido a toda su familia en pinzas para la ropa.
Anduvo kilómetros y kilómetros para llegar a un lugar seguro del que había oído hablar: "La Biblioteca Silvestre", un hogar de acogida para Leslys sin tierra como ella.
Le habían dicho que tenía que dirigirse al Norte, a Santander. Tras vagar medio perdida por los bosques, supo que debía de estar llegando. Lo intuía por el verdor de sus caminos (y porque en una alcantarilla ponía "misteriosamente" Santander), y allí, cansada, dejó caer su maleta.
Hete aquí que por el mismo camino aparecieron dos preciosidades que ella confundió con duendes del bosque con sus gorritos rojos, hasta que estuvieron más cerca y pudo comprobar que eran dos nancys muy silvestres.
-"Perdonad, ¿sabéis si voy bien por aquí hacia la Biblioteca Silvestre?"
hambrienta, sucia, despeinada y muerta de frío. Llevo semanas buscando un nuevo hogar..."
-"Pues lo has encontrado al fin! Estamos seguras de que la bibliotecaria estará encantada de que vivas con nosotras. Ponte esta bufanda y gorro que -casualmente- llevábamos en el bolsillo. Precisamente venimos de clase de costura. Deja, deja, que ya te llevamos nosotras la maleta. Y cuéntanos toda tu historia mientras llegamos".
-"Vaya sorpresa se va a llevar la bibliotecaria!!!"Continuará...