miércoles, 15 de julio de 2015

Fiesta de verano

En verdad os digo, que todo lo que a continuación relato es completamente verídico, pese a que algún descreído dude de la ocurrencia de tales acontecimientos.
El pasado domingo, en el año de nuestro señor de 2015, se celebró una fiesta en casa de doña Mengana y don Fulano (que no viene al caso).
La señorita doña Mencía de Alcanfor y Huertas estrenaba vestido en popelín de estampado vichy con cinta anudada en su sedosa cabellera.

Calzaba unos zapatitos blancos de botón vintage (fueron de su tía abuela, pero muy bien conservados, impolutos) y llegaba hermosa y reluciente a tan señorial celebración.

Por su parte, y por la puerta que da a la calle Real, hacía su aparición la señorita doña Patricia Escarola de la Trospiz con un diseño de igual corte y tela, con el accesorio de la cabeza más sobre la frente y los picos hacia atrás,

con un calzado más festivalero que fiestero, unas botas blancas de media caña regalo de su abuela doña Concepción de la Vinuesa, viuda de Múrquez.

Como veis, el inevitable momentazo estaba a punto de ocurrir. Dos señoritas de pro, de alto ringo-rango, de rancio abolengo, unidas (separadas!!) por el mismo vestido y con una interpretación tan diferente en ambas que rayaba el conflicto, ya de por sí.

 Se miran, se ven, se analizan, no pueden creer a sus ojos, se acuerdan de los antepasados de la otra y de la diseñadora malvada que les puso el mismo vestido en la misma relumbrante fiesta.

Se ignoran por un momento, pensando cada una mil maneras de llevar a cabo su venganza.

Doña Patricia mira a doña Mencía: "por diops, qué timorata, con esos zapatitos de botón, qué antigua, si parece Carmen Miranda......" eso sí, luce muchísimo esos ojos miel y ese pelo tan maravilloso. Qué guapa está! Por qué no se me habrá ocurrido a mí ese look????"

Doña Mencía mira a doña Patricia: "pero qué desfachatez presentarse así, con botas a lo Kate Moss y un tocado de bucanero zarrapastroso....... y sin embargo, qué moderno el toque que le ha dado, está mucho más en la onda y le acentúa esa carita de porcelana y niña buena que tiene!!!"

"Me rechifla tu vestido y tu interpretación del mismo" (al unísono) "Qué quieres beber? Te lo acerco y charlamos?" "Claramente tenemos el mismo gusto por el vichy y el amarillo. ¿Qué mas cosas te gustan?" "La decoración, el cine, el arte, los libros?" "Los libros, claro! y la moda!!!" "Y hacer punto y los picnics y las fiestas en el jardín y bailar y el color rojo y......"

Por cierto, hablando de quien nos ha hecho este vestido "exclusivo". Sabemos dónde vive y dónde trabaja......

Os dije que la historia era real. Y os lo digo con un ojo morado y el orgullo por los suelos......


PD: Dedicado a mi amiga Ilona, que comparte conmigo este vestido.

martes, 7 de julio de 2015

En verano, vichy!


El picnic es el plan al aire libre más coqueto cuando llega el verano. Un mantel de cuadros vichy, flores frescas, comida de comer con los dedos y buena sombra, se convierten en detalles apetecidos por todas las chicas con alma silvestre. 

Los cuadros vichy, ese estampado de hace siglos (inventado en el siglo XVII en La Provenza francesa), asociado a los días de campo (por su proliferación en manteles y tejidos rústicos), es perfecto para vestiditos ligeros de aire naïf y regusto campestre.

Es un tejido en algodón de diferentes colores sobre fondo blanco, que vuelve con fuerza en muchas colecciones de diseñadores de esta primavera-verano, aunque las ganas de usarlo, seguramente se las debemos a Brigitte Bardot, que lo usó en su boda en 1959.

La moda sigue inspirándose una y otra vez en el pasado, de eso no hay duda!!

Por eso Clara se ha puesto este vestido tan, pero tan, vichy, con dos tamaños diferentes de cuadritos verdes y blancos, con un top con margaritas (que le van que ni pintado al vichy) y una falda con vuelo y volante añadido.



Para rematar este conjunto tan fresquito, se ha calzado unas saludables sandalias Merchis con suela de madera, que recuerdan a las albarcas del pueblo de los abuelos, o a los famosos zuecos suecos (pero mucho más chic!).

En fin, Clara se ha lanzado de lleno al verano cántabro, que ya está siendo caluroso!