Resulta que Beatrice está en una edad muy rebelde. Protesta por todo, da portazos, no quiere conocer a Lucas, el hijo soltero de los Danville (a pesar de las fiestas que han organizado para ese único propósito) y se negó en redondo a asistir con su padre y conmigo a la última reunión del Comité para la Conservación del Tulipán Semper Augustus.
Incapaces de pensar en otra solución mejor, hemos decidido que pase un semestre en un buen internado inglés.
No voy a mencionar su nombre ni su localización para que no se masifique, pero diré que varios miembros de la nobleza y casas reales asisten desde hace siglos.
Lo primero que miré fue el uniforme.
A ver, no es frivolidad, pero Beatrice no puede quedar oculta tras un vulgar pichi a cuadros y un escudo en la solapa de la chaqueta.
Y he de decir que su capa de color fresa oscuro con doble botonadura, pantalones a juego, esa capuchita estilo shaker y esa monísima blusa de lazo me encandilaron.
Recuerda un poco a la moda de Lord Byron, no creéis???
E incluso a la pequeña Dorrit...... pero en este siglo, claro.
Para las clases en el interior, la blusa resulta cómoda y femenina con esos puños de raso y su tela de bambula estampada.
Tengo claro que el hábito no hace al monje, pero con este uniforme no pensáis que Beatrice volverá a ser la que era????
Ay!, eso esperamos su padre y yo.