La verdad es que a Manuela siempre le gustó la capa verde militar de su tatarabuelo, quien sirvió para el Quinto Regimiento en el 36.
Ahora que se han vuelto a poner de moda, Manuela la ha sacado del baúl y le ha añadido el chapiri de su otro tatarabuelo, eso sí, adornando ambos con algunos complementos más actuales.
Con esta faldita roja de algodón y tul y las medias a rayas, la capa le da el aspecto de una caperucita más marcial, dispuesta a enfrentarse con todos los lobos que se le crucen.
Una estrella amarilla sobre fondo rojo adorna el chapiri y le permite ganar en color.
Esta segunda combinación es la favorita de Manuela para los días de oficina. Esos en los que decide que ella es la Jefa y a ver quién rechista!!
Se pone unos pantalones a juego de la capa, con lo que el "traje sastre" está completo. Como en el fondo no es tan dura, adorna su chapiri con una flor de jazmín y otra de lis, insignia de sus tiempos de "girl scout".
La mariposa en el bolsito también aligera el aspecto demasiado formal del traje sastre.
Y por último, el toque "trendy".
Quién se puede resistir a esta combinación de capazo de paja, pantalones de lino, botas camperas, camisa de lazo en seda (súper elegante) y capa de botones de cobre???
Esta mezcla tan imposible sólo se le ocurre a Manuela, quien sabe que todo le sienta de maravilla!!!
Esta vez el chapiri está adornado por una simple banda cruzada, poco llamativa, y que combina con los crudos y dorados del conjunto.
Dicen que "una buena capa todo lo tapa", pero no es ése el objetivo de Manuela, eh???