Una desilusión

No sé cuántos recordaréis cómo llegó Olivia a la Biblioteca... Llegó desde un reformatorio de Cleveland, con ficha policial y todo.

Entonces las cosas no pintaban muy bien para ella, y miradla ahora...

Pues resulta que unas amigas suyas del reformatorio habían planeado una excursión para verla en su nuevo hogar y ella estaba muy contenta. 

Le pidió a Cherry que la acompañara al aeropuerto a recogerlas y estuvieron allí esperando con sus mejores galas.

Al cabo de varias horas de espera, se dieron cuenta de que ya no iban a venir. Todos los vuelos desde Cleveland habían sido cancelados debido al infame virus. Olivia se echó a llorar en un ataque de rabia!!

-Venga, Olivia, anímate!, -le dijo Cherry-, pronto habrá otra oportunidad.

-Qué te parece, ya que estamos tan peripuestas, si llamamos a las otras chicas del Clan de las Zanahorias y nos vamos todas a comer un helado al Paseo Pereda??

-Podríamos incluso ir a visitar el acuario del Museo Marítimo y dar un paseo hasta la Duna de Zaera y el dique de Gamazo, y ver el mar, que se está genial allí.

-Si nos damos prisa, llegaremos antes de que ellas, incluso!

-Yo quiero subir a la terraza del Centro Botín comiendo el helado, y montarme en el tiovivo de los Jardines de Pereda cuando acabe. No pienso mancharme mi vestido favorito!

-No hay mal que no quite un helado! De qué sabor prefieres??

Pinafore de flores

Al ver a India con su pinafore de manzanitas tan requeteguapa, todas mis Leslys se han vuelto (más) locas con esta prenda tan veraniega, tan a la moda y tan favorecedora.

Clara es la segunda que la luce, esta vez llena de flores, porque esta tela tan dulce favorece mucho a las rubias.

Es una tela además que por su colorido admite muchos accesorios distintos y Clara se ha puesto al cuello esa piruleta rosa.

Esta vez me he acordado de hacerle fotos por todos lados a la prenda para que veais bien cómo es.

Se cruza sobre los omóplatos y se ata en los hombros con dos botoncitos.

La parte baja también queda abierta al cruzarse, por lo que se hace imprescindible ponerse una faldita o un pantalón debajo del pinafore.

En realidad es un vestido-delantal, así que podía servir para que Clara hiciera algunas tareas pendientes en la Biblioteca, verdad??

Voy a comentárselo de un momentín.

Dos petos de verano

Uff, qué calor!

Ni siquiera en el norte nos libramos... bueno, no siempre.

Raquel y Sonia, dos de nuestras pelirrojas, estrenan peto con una tela preciosa llena de bayas rojas.

Aunque el patrón es el mismo, son ligeramente diferentes en el escote (más recto en Raquel, más redondo en Sonia), en la cintura (más recto en Raquel y más ajustado en Sonia), y en las perneras (más suelto en Sonia y más ajustado en Raquel).

No ha sido a propósito, es simplemente la impredecibilidad de la costura silvestre.

Es una tela preciosa a pesar de que el fondo sea negro (que a mí no me gusta nada), pero lo disimulan tantas bayas rojas y ramitas verdes.

Para el final he dejado el detalle de las sandalias: las de Raquel son blancas con tiras cruzadas y las de Sonia son fucsias con un adorno de flor.

Ambas hechas por Merchi, son fantásticas!

14 de julio. Vive la France!

Ya hace más de un año que llegaron las trillizas, procedentes de un internado francés.

El año pasado, con la novedad del verano y las vacaciones silvestres, se les olvidó celebrar su fiesta nacional,

pero este año, muy patrióticas ellas, han decidido vestirse con los colores de la bandera francesa

y aprovechando la coincidencia de que ellas son también tres, se ha vestido cada una de un color.

Adivináis a quién le han pedido las blusas en azul, blanco y rojo, todas distintas pero similares y que tuvieran esos colores predominantes a juego de las falditas de vuelo y los lacitos del pelo???

Exactamente, a mí también.

A cambio, me han prometido poner al día la sección de "Literatura epistolar entre piratas, corsarios, reinas y filibusteros", que está hecha un batiburrillo total y que,

con la llegada de Bimba a la Biblioteca, ha despertado un interés notable. Sin duda, he salido ganando. No se lo digáis.
India escogió un estampado floral de azules y verdes en la blusa, lazo en vichy azul (francés donde los haya!) y unas rayas finitas en dos tonos de azul para la falda.
Llevaba una estrella marina de colgante.

Brandy me pidió una blusita con canesú (otro término muy francés como ya vimos aquí) en una tela de grandes lunares bordados, una especie de plumeti gigante.

Y sobre la blusa, un collar de estrellitas en fila.
Lleva además el lazo blanco, la faldita blanca y los zapatos blancos.

Rosie prefirió el rojo y escogió una tela de peces en ese color (con algún pez en azul), para que le hiciera una blusita con vuelo y mangas con volante, falda, pinza del pelo y zapatos rojos.

Y de colgante, otro pez, esta vez la sardina típica de Oporto.

Bueno, pues nada, así vestidas tan patrióticamente, se han puesto a cantar La Marsellesa:

"Allons enfants de la Bibliotèque, le jour de gloire est arrivé!!..."

Y se han quedado tan anchas...

Rayas azules playeras

Pocos estampados habrá que definan el verano mejor que unas rayas marineras.

Prendas con rayas anchas de colores sólidos combinados con blanco para evocar inmediatamente a aquellas casetas de playa de antaño o a las sombrillas de nuestra niñez. O sea, a veranos en la playa, sí o sí.

Marola (su verdadero nombre es Mar, pero se quedó con Marola desde que era una Barriguitas), está deseando que llegue el verano y pueda pasear por el puerto con alguna de sus prendas favoritas. De rayas, claro.

A ver, que un verano en Santander se disfruta mucho, porque los días son largos y perezosos cuando hace sol,

pero de repente, llegan tres días lluviosos que refrescan el ambiente, tenemos que sacar las chaquetas y los zapatos cerrados, y nos riegan gratis todos los bosques y jardines.

Por supuesto, la principal impulsora de las rayas marineras fue Coco Chanel, quien las "rescató" de los uniformes de la marina francesa y las introdujo en los armarios de todas las femmes que querían vivir más relajadamente, diciendo adiós al corsé y apostando por prendas holgadas y cómodas de llevar.

Como resulta que estas nuevas mujeres à la mode sabían lo que querían, este estampado se convirtió rápidamente en un básico de verano (evocando la libertad del mar y su asociación con el tiempo de ocio) y aún nosotras nos declaramos fans. 

Ese estilo relajado y casual, pero a la vez chic, ha llegado hasta nuestros días, y seguro que para quedarse.

Que levante la mano la que no tenga algo de rayas en su armario!!

En esta ocasión, Marola ha querido mezclar colores y estampados, añadiendo los toques rosas del

bolso en bandolera y las sandalias, e incorporando lunares en la cinta de la bandolera que contrasten con las rayas. Rayas horizontales, rayas verticales y rayas oblicuas en el volante...

incluso rayas en la bandana, atada con el lazo hacia arriba para dar un aspecto más aniñado.

Ay, llegó el verano y con él, los preciosos estampados marineros.